21 de noviembre de 2010

Causas y consecuencias del acoso escolar


Las causas del acoso escolar debemos englobarlas en una perspectiva que incluya diferentes factores a tener en cuenta.
  • Los factores individuales encontramos una personalidad retraída o baja autoestima en el caso de las víctimas y un temperamento agresivo y alteraciones en la emoción y la conducta en el caso de los agresores.
  • En el caso de los agresores, el factor familiar es uno de los más importantes, donde la inestabilidad en la estructura familiar, falta de vínculo afectivo o abandono, convivencia familiar pobre, contradicciones, imposición o autoritarismo, presencia de actos violentos, permisividad o pasividad, etc.
  • Cabe comentar que el fracaso escolar no parece ser una característica importante como causa del bullying en alumnos agresores en comparación con el resto de factores, pues muchos estudios no han encontrado relaciones directas entre ambas variables: bullying y fracaso escolar. También existen factores que provienen directamente del centro escolar que afectan en la dinámica bullying como actitudes de falta de coordinación y colaboración entre el profesorado, inconsistencia en la prevención de conductas agresivas, intrusismo profesional o la permisividad del profesor así como la convivencia de varias culturas dando lugar a actos racistas.
La consecuencia más evidente en ambos lados, víctimas y agresores, suele ser la disminución del rendimiento escolar junto con un cambio en el comportamiento habitual.
El agresor, al tener éxito con conductas intimidatorias frente a los compañeros, puede elevar las probabilidades hacia una conducta delictiva en un futuro, al ver en este comportamiento una nueva forma para conseguir sus objetivos. Además, puede conseguir un mejor status social a base de refuerzos del grupo sobre su acto agresivo o violento. En este caso, las consecuencias van más allá del ambiente escolar. El hecho de aprender a comportarse de este modo para conseguir lo que quiere, el agresor puede llegar a extender esas formas de dominio del otro a la convivencia doméstica.
Las peores consecuencias las sufre la víctima de bullying. Sufrir acoso escolar puede acabar en fracaso escolar, ansiedad anticipatoria o fobia al colegio, con lo que configura una personalidad insegura para el desarrollo óptimo de la persona, a nivel personal y social. Y la peor consecuencia de todas, el suicidio, como única vía para escapar de la situación. Recordemos el caso Jokin en España.
No olvidemos que el hecho que la asistencia a clase sea obligatoria y que implique necesariamente formar parte de un grupo aumenta el malestar experimentado por quien sufre el maltrato de sus compañeros. Además son las víctimas y no los agresores, los alumnos a los que se les suele cambiar de colegio o instituto para evitar con la situación, con lo que el agresor sigue en el mismo centro y puede continuar con sus batallas contra otro alumno.
En las víctimas de acoso escolar se encuentran daños físicos evidentes pero también daños sociales como la inhibición o el retraimiento, daños psicosomáticos como pesadillas, falta de apetito, trastornos gastrointestinales, etc., así como psicológicos (síntomas de depresión, ansiedad, frustración) y conductuales en forma de agresión, irritación o rutinas obsesivas.
Para prevenir las causas y evitar las consecuencias, la intervención debe ser siempre conjunta entre padres, profesores y profesionales de la psicología para poder abordar el caso desde diferentes perspectivas y el resultado sea el óptimo.

9 de noviembre de 2010

Anti-Bullying...no fomentes el bullying, haz que el agresor se sienta ridículo.

Ciberbullying


El uso extendido de la telefonía móvil y de Internet ha dado lugar a modalidades nuevas de acoso escolar. La intimidación mediante SMS, e-mails anónimos o páginas web difamatorias es cada vez más frecuente y se ha convertido en una de las mejores armas que tienen en su poder los acosadores, a la hora de hostigar a sus compañeros. Las víctimas ahora sufren el problema doblemente: dentro de la clase y fuera de ella.
    El ser humano siempre ha sabido sacar provecho de los avances tecnológicos. Aunque, en muchas ocasiones, no sabe hacer buen uso de ellos, o directamente no le apetece. Tal es el caso de esta creciente modalidad de acoso que se da particularmente a través del uso de telefonía y de Internet. Ya se sabe que los adolescentes se desenvuelven a la perfección con la tecnología, así es que los jóvenes con una personalidad agresora también se valen de esos medios -además de los “tradicionales”- para perturbar a sus compañeros.


Este tipo de acoso (que puede acarrear graves consecuencias en la formación de la identidad y personalidad de los jóvenes agredidos) consiste en generar situaciones de violencia, provocadas intencionalmente dentro del ámbito escolar, para registrarlas mediante fotos en la cámara del móvil o en video y poder exhibirlas después como trofeo. Para la distribucion de este material se utiliza cualquiera de las posibilidades tecnológicas de las que se dispongan, ya sea por chat, SMS, correo electrónico o incluso páginas web. ¿Está a nuestro alcance erradicar el problema? , ¿cómo creéis que deberíamos afrontarlo? Toda aportación será bien recibida. Opino sinceramente que este asunto está llegando demasiado lejos y cada vez son más las jóvenes víctimas que lo sufren, así como los padres de éstas y sus allegados. Debemos intentar dar con la solución.   Cyberbullying

29 de octubre de 2010



Esta magnífica canción de Cindy Lauper la cantaron un grupo de jóvenes estadounidenses en conmemoración de otros tantos jóvenes que se quitaron la vida por sufrir acoso escolar, eran homosexuales y no pudieron hacer frente a las vejaciones sufridas por parte de compañeros y por parte de la sociedad en la que vivían.

Educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todas las personas en la sociedad.

"Hay una relación entre la alegría necesaria para la actividad educativa y la esperanza. La esperanza de que profesor y alumnos podemos juntos aprender, enseñar, inquietarnos, producir y juntos igualmente resistir a los obstáculos que se oponen a nuestra alegría. En verdad, desde el punto de vista de la naturaleza humana, la esperanza no es algo que se yuxtaponga a ella. La esperanza forma parte de la naturaleza humana. Sería una contradicción si, primero, inacabado y consciente del inacabamiento, el ser humano no se sumara o estuviera predispuesto a participar en un movimiento de búsqueda constante y, segundo, que se buscara sin esperanza. La desesperanza es la negación de la esperanza. La esperanza es una especie de ímpetu natural posible y necesario, la desesperanza es el aborto de este ímpetu. La esperanza es un condimento indispensable de la experiencia histórica. Sin ella no habría Historia, sino puro determinismo. Sólo hay Historia donde hay tiempo problematizado y no pre-dado. La inexorabilidad del futuro es la negación de la Historia.

Es necesario que quede claro que la desesperanza no es una manera natural de estar siendo del ser humano, sino la distorsión de la esperanza. Yo no soy primero un ser de la desesperanza para ser convertido o no por la esperanza. Yo soy, por el contrario, un ser de la esperanza que, por "x" razones, se volvió desesperanzado. De allí que una de nuestras peleas como seres humanos deba dirigirse a disminuir las razones objetivas de la desesperanza que nos inmoviliza.

Por todo eso me parece una enorme contradicción que una persona progresista, que no le teme a la novedad, que se siente mal con las injusticias, que se ofende con las discriminaciones, que se bate por la decencia, que lucha contra la impunidad, que rechaza el fatalismo cínico e inmovilizante, no esté críticamente esperanzada".


( Paulo Freire, Pedagogía de la autonomía, 2008).

26 de octubre de 2010

Al borde del abismo

No me dejan vivir"
"Todo comenzó cuando repetí curso. Tenía ocho años. Me llamaban la repetidora, la margi, de marginada, la txerri [cerdo en euskera]". Anne (nombre supuesto) está a punto de cumplir 14 años y es víctima de acoso escolar. Vive en San Sebastián y ha tenido que cambiarse de instituto. La situación era insostenible. Insultos, pintadas en las paredes del colegio, persecuciones hasta casa, agresiones. "No dormía, no comía, quería morirme. No me dejan vivir", cuenta.
"El acoso dura años. En el colegio nos hacían creer que era nuestra hija. A los 20 días de pasar a un centro de ESO nuevo, pero con los mismos compañeros, abrieron un protocolo por acoso. Nos pidieron que sacáramos de allí a la niña", dice su madre. Pero sus antiguos compañeros siguen buscándola. Ha tenido que llevar escolta policial. "Me han robado la clave del messenger. Han enviado mensajes de amenaza a mis contactos", dice Anne. "Le han cambiado el nick. La anuncian como una pequeña prostituta. No la dejan en paz y nadie hace nada. Las instituciones no son conscientes de la gravedad de la situación", critica su madre.

(Artículo publicado en el País).

Educación en valores