24 de octubre de 2010

El mundo en el que vivimos.

Hoy me gustaría hablar de algo que para mí hace referencia a la nueva manera de estudiar, o quizás mejor dicho, a la nueva educación que acompaña a los estudiantes integrados en esta sociedad nuestra, quiero referirme a las nuevas tecnologías, como por ejemplo lo es internet, desde donde hoy en día podemos culturizarnos muy rápidamente y aprender mucho con la información que se puede sacar de esta red infinita. Quiero también mencionar a los teléfonos móviles, a los cuales vivímos enganchados y de los que se podría decir que somos irremediablemente dependientes, cada vez desde edades más tempranas. Cierto es que la tecnología forma parte de nuestra avanzada sociedad, pero quizás nos tendríamos que preguntar: ¿ dónde vamos a llegar?, ¿ creéis que esta evolución tecnológica va demasiado rápido y nos está absorviendo?, ¿ es bueno para los estudiantes?, ¿ os parece que están/estamos perdiendo la intimidad de la que gozábamos antaño?, ¿ o quizás perdiendo el contacto e interacción física que manteníamos con nuestros allegados antes de que apareciera este nuevo mundo?
Quisiera también compartir con vosotros situaciones en las que me he visto expuesta y que tienen que ver con estos "busca" personales apellidados móviles. En muchas ocasiones cuando he necesitado mi tiempo, estar sola o simplemente no contestar a las llamadas que recibía, he quitado el sonido del teléfono y lo he abandonado por algún rincón de la casa; supongo que muchos de vosotros habréis hecho lo mismo alguna vez, la cuestión es: ¿ os han echado nunca en cara que no respondiérais al móvil?, ¿ habéis sentido remordimiento alguno al ver más tarde las insistentes llamadas y habéis llamado vosotros luego pidiendo disculpas?, en mi caso la respuesta es sí. El temor que esta situación me genera es que poco a poco estamos cambiando las normas que rigen esta sociedad, y no sería de extrañar que este derecho opcional de estar disponibles las 24h. del día en nuestro "busca" particular, se convirtiera en una obligación que se plasmara a largo plazo en un nuevo artículo de la ley. ¿ Por qué este intento de reflexión? Pues porqué este es simplemente un pequeño problema que podemos padecer los adultos; falta de intimidad, poca desconexión del trabajo al estar siempre localizables...pero el uso y las funciones que estos pequeños aparatos tienen a su disposición pueden causar grandes daños en los jóvenes estudiantes, de hecho hay múltiples colegios e institutos ( como todos sabemos porqué lo hemos visto en los medios) en los que se han presenciado y grabado, con los móviles mencionados, atrocidades relacionadas por ejemplo con el acoso escolar o con peleas entre alumnos, etc. y que se han publicado más tarde en la red, algo realmente denigrante.
Hoy en día aún desconozco cómo se podría abordar el problema, quizás sea muy complicado restringir los teléfonos móviles en los adolescentes o el mal uso que se puede hacer con ellos, pero creo que desde el mundo de la enseñanza, el Ministerio de educación, etc. se debería empezar a trazar un plan algo más estricto que pudiera acabar con toda esta rebeldía tecnológica en las escuelas. Que estar en un país democrático nos sirva para algo más que para confundir la libertad de expresión con la libertad para anular los derechos de los otros cuando nos plazca, en este caso de los jóvenes, que son los más afectados directa o indirectamente en estos tiempos que corren, que seamos nosotros mismos quienes controlemos el progreso y no el progreso que nos controle a nosotros, y sobretodo que en el ámbito de la educación podamos fomentar diversidad de alternativas que sean de interés y atraigan a estudiantes de diferentes edades y así poder comunicarnos con ellos en las aulas, que puedan explicarnos sus vivencias y temores, siendo así los verdaderos partícipes de una nueva comunicación en vivo y en directo y se les pueda ofrecer apoyo constante en todos los centros.

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